* Describir la clasificación de la pérdida no cariosa de tejido dentario:
Las lesiones cervicales no cariosas son la pérdida patológica de la estructura dentaria localizada en el límite amelo-cementario (LAC), no respondiendo a una etiología bacteriana.
Las mismas se presentan en una variedad infinita de formas, con o sin sensibilidad, pudiendo llegar a comprometer la pulpa dental.
Son lesiones de avance lento, pausado, progresivo, sistemático y en la mayoría de los casos el órgano pulpar forma dentina, logrando un aislamiento con el medio externo.
Estas se clasifican en: Abrasión, Erosión - corrosión, Abfracción y sus múltiples combinaciones.
1) Abrasión: Es el desgaste de la estructura dentaria causada por procesos mecánicos anormales, tales como el frotado, raspado o pulido provenientes de objetos extraños y/o sustancias introducidas en la boca que al contactar con los dientes generan la pérdida de los tejidos duros a nivel del límite amelocementario. Se localiza más frecuentemente por vestibular y desde canino a primer molar, siendo los más afectados los premolares del maxilar superior.
La forma de la lesión es de plato amplio, con márgenes no definidos, siendo acompañada de recesión gingival.
Son lesiones de avance lento y su patrón de desgaste dependerá de su etiología, presentándose, según el tejido que involucra, en forma difusa o localizada.
2) Corrosión (erosión):
La erosión ácida también llamada corrosión, se define como la pérdida de la superficie de la estructura de las piezas dentales por acción química ante la presencia continua de agentes desmineralizantes, especialmente ácidos, y que no involucra la presencia de bacterias.
En la etiología de la corrosión o erosión ácida intervienen factores extrínsecos (dieta, medicamentos, ácidos exógenos) e intrínsecos (reflujo gastroesofágico, bulimia).
El progreso de la lesión depende del tipo de ácido, su concentración y frecuencia a la que se expone el esmalte. Se pueden ver afectadas las superficies linguales, incisales y oclusales. Las lesiones se pueden ver con superficie defectuosa, suave, de aspecto levemente rugoso y opaco, de forma aplanada. Las cúspides dentarias pueden aparecer con forma de copa o cúspide invertida o redondeada.
3) Abfracción: Lesión en forma de cuña en el límite amelocementario causada por fuerzas oclusales excéntricas
que llevan a la flexión dental.
El componente lateral o excéntrico en sentido vestíbulo-lingual de las fuerzas oclusales que aparecen durante la parafunción provoca un arqueamiento de la corona dentaria que toma como fulcrum la región cervical.
Estas fuerzas parafuncionales se concentran en el límite amelocemenatario, siendo las mismas las que flexionan al diente y se las considera lesivas.
El diente, entonces, se opondrá a dicha fuerza con una resistencia igual y en sentido contrario a la fuerza recibida, por lo tanto habrá tensión que se manifestará como fatiga en el tercio cervical con la flexión del diente.
Clínicamente tiene forma de cuña profunda con estrías y grietas, con ángulos ásperos, de fondo angulado o ligeramente redondeado, márgenes definidos, siempre se ubican en el LAC, por el menor espesor de esmalte y donde los cristales son más cortos y quebradizos, y puede presentarse en múltiples superficies en un pieza, pero rara vez llega a ser circunferencial,
Bibliografía:
**Nélida Cuniberti de Rossi , Guillermo H. Rossi. Lesiones cervicales no cariosas: La lesión dental del futuro.
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